miércoles, marzo 05, 2008

Mientras esperas...

Mientras esperas, buscas cualquier motivo para no pensar en lo que esperas. Puedes intentar comenzar una nueva acividad para mantener ocupadas tus manos y frenar impulsos de los que luego te arrepentirás. Si esperas a alguien, tendras unas ganas enormes de llamarle mil veces para echarle la bronca por su impuntualidad, saber si está cerca, si le ha pasado algo, si todo va bien. Si esperas que pase algo... la cosa es distinta; hay dos casos: uno si puedes hacer algo, dos si no hay nada con lo que intereccionar.

Si no puedes intervenir, si lo que esperas viene de otras fuentes, lo único que puedes hacer es tener fe, y como mucho encomendarte a altas instancias (no terrenales) casi divinas (Eh, M???). Si puedes intervenir, reflexionas, comparas, estudias, expones, escoges y al final optas por algo que seguramente no será lo que haga desencadenar la anhelada "cosa" que esperabas tan ansiosamente.

Pero mientras esperas, la mente va muy rápido. Demasiado rápido, como el tiempo que llevas esperando, que pasa como un rayo de luz, fffiiiiiiiuuuuuu.... Y en cambio, para el mundo en general, el tiempo va como siempre, hasta quizás un poco más pausadamente... Cosas de la espera-desesperación. Las percepciones cambian, al igual que las ideas que tenías, de cómo pasar el tiempo mientras esperabas.

Mientras esperaba, sin nada por hacer, que se acabara la lavadora a 40ª que he puesto hace un rato, he cambiado cuatro cosas de lugar de la casa, he tirado una tonteria que me ocupaba sitio y recogía polvo absurdamente, he movido algun mueble, he dado un repaso a los canales de televisión en busca de algo potable (misión imposible), he ido al lavabo, he recogido el último vaso, he regulado el reloj del tiempo de la lámpara y he preparado lo necesario para mañana... y aún me ha quedado tiempo. Por eso he buscado el portátil, he abierto el blog y me he encargado de subir un post.

Mientras más gusto estoy cogiendo a mi escritura, más cosas se me ocurren para hacer, escribir, contar, buscar. Cuanto más apretada voy, en tiempo e ideas, más nuevas descargas se me van ocurriendo. Más el gusanillo me coge. Y tengo que acabar para empezar, pero paro de dar a las teclas, y ordeno. Primero es lo primero. pero...¿que era lo primero? Agggghhhh... ya me pierdo.

Mientras espero, me entretengo para no hacer larga la espera, me lio con miles de cosas que tenía en mi lista de "por hacer", me enredo con ideas nuevas, relaciono éstas, con lo que me ha pasado éstos últimos tiempos, y acabo riéndome -yo sola- y mirando el reloj...¡Que tarde es, ya!

Mientras esperaba, la lavadora ha acabado,pero he apuntado tres cosas por hacer (cortar el pelo, hacer una madera a medida para el lavabo, buscar sitio a un enciclopedia) y tengo in mente, unas notas para una compañera.

No puedo dejar pasar el tiempo, la lavadora debe haber acabado su programa; por cierto, recuerdo una broma que hacía cuando vivía con la família: de vez en cuando me iba a sentar delante de la lavadora a verla dar vueltas...jajjaja... los llegué a preocupar de verdad...jajajja... hasta que no pude contener la risa y me destornillé. Recibí una enfado general, pero sobreviví... y aún nos reimos de aquéllo....

Mientras le doy al portátil, la lavadora habrá acabado... y yo aquí dejando que la ropa se arrugue más de lo que toca....aaaggggghhhh.... Voy "pallá". Anda! y que malas que son las publicidades en la televisión, de madrugada.... eeeccccsssss!!!

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