jueves, julio 26, 2007

Una gran sorpresa entre las sombras!!!

Martes, segundo día desde el apagón en Barcelona. Martes, segundo anochecer tras el apagón. Además de hacer desparramar ridículo por todos lados, Barcelona no deja de sorprender, para lo bueno y para lo malo. Que magnífica impresión todo a media luz, lástima que fuera obligado y en algunos, en mucho hogares no se pudieron duchar con agua caliente, en las neveras y congeladores se descompusieran las viandas y todos teníamos el derecho a la pataleta. Después de rendir cuentas con hacienda, pagar tributos, obedecer las normas, seguir las leyes y hacer caso sumiso a toda Administración que lo mande, nosotros, la tropa, los ciudadanos de a pie, tenemos que engaltar las que nos den. que acostumban a ser más malas que buenas, para variar...

Martes, con los ánimos exaltados, porque hay luz en los Grandes Almacenes, en Grande Oficinas, en altas cadenas empresariales y en administraciones públicas y la tropa, no tiene luz. Camas de hospitales encalladas, quirófanos parados y detención del comercio pequeño, el que da vida.

Martes, salgo del polideportivo, había pluma hasta las 9.45. He quedado con V. en la esquina para coger la moto e ir a cenar. Nos vemos a media luz, nos parece increible que a estas alturas todavía no tengan solucionado el apagón de las narices. En su casa no hay luz, deja a su madre con un camping gas. No me direis, que no es de república bananera, eh??? Volveremos pronto, porque esta forma de iluminación, no es lo más seguro del mundo. Calle a calle, con algunas apagadas en su totalidad, llegamos al restaurante. Hay callejuelas chiquitas que dan un poco de... "medio miedo"...

Martes, casi las diez (en moto llegar a los sitios es un placer, con luz o sin ella). Entramos. A V. lo conocen, saluda, acompaño al saludo y nos dirigen a la mesa. Caminamos sin prisa, nos sentamos. V. me explica que conoce el local, que está muy bien, que... Me paralizo. Lo veo. Les veo. Es verdad, existe. E impresiona, aunque te pudiera dar rabia... en serio! Es como una visión.

Martes. Lo más dignamente que puedo hago callar a V. y le explico que en la mesa de detrás nuestro, cara a cara, está Woody Allen y su esposa Sun Yi (o como se llame, no lo voy a mirar en las revistas). Siiiiiiiiiiií !!!! Es él !!!! Aggggggggggggggggghhhh..... Me rio, V. se gira, discretamente y le ve. Se le abren los ojos, más de lo que estoy acostumbrada. Se rie nerviosamente. Ualaaaa... que lujazo tenemos cerca de nosotros. Un eminente director de cine... Se nos ocurre que quizás le impresionemos siendo como somos y nos pida un cásting. Se nos ocurre levantarnos a saludar y felicitar por su trabajo. Se nos ocurre pedir autógrafo... Pero no hacemos nada. Si algo tiene Barcelona y sus sufridores barceloneses es aquella discreción que a veces, seguna quién, hace rozar el aburrimiento.

Martes. Woody Allen con nosotros. Está acabando de cenar. El camarero se rie, es ya la tercera o cuarta vez que viene a este Restaurante. Le debe gustar... Está, ahora mismo, tomándose una taza de chocolate, en lugar de café o té. Habla flojo, tiene la mirada no más allá de dos metros. No ve nada que no le interese. Estan acompañados de tres personas, dun tipo y dos mujeres, una de ellas aferrada a su Blackberry. Deben ser productores, dice V. Sí, podría ser...

Martes. Ella es más guapa de lo que te puedas imaginar. Es joven, atenta, habla con un tono agudo, parece preparada para todo. Siguen hablando pero, en veinticinco minutos han pagado y dejan el lugar. Todos los allí presentes, miramos, no les sacamos ojo de encima y estamos orgullosos de haber visto a Mr. Woody. Parece el destino. No sé.... es un poco mágico. En un dia tan apagado por culpa de la Compañia de la luz, Woody Allen, nos ha iluminado como poco tres días. Que chulo ha sido verle. Juájuájuá... que tontería y que lujo.!!!

Martes. ¿Que debe haber pensado Mr Allen de lo sucedido en la ciudad? Le parecerá como a mí, un signo de la dejadez de las administraciones? Un .. que vayan pagando y si hay problemas ... ya miraremos cómo los solucionamos? Me da igual, el caso es que yo le he visto. Y me hace ilusión, Igual que a V. que está muy contento. Lo vamos a explicar a todo el mundo. Que carai! A presumir un rato de ciudad cosmopolita (donde rueda, con gastos bastante-pagados Woody Allen) y de ciudad sombría, esperemos que por pocos días.

No sé que más explicar. Que aún molestándome las ayudas que recibe, me pone tener el gusto de haber visto a Woody Allen. Que narices!

Ah... Y dado el número de curiosos que me han preguntado por el Restaurante, en el que nos encontramos a "Budi", perdón Woody, os desvelo que fué en el R. L'Oliana, en la calle Santaló. Oh, sorpresa!!! Por cierto, se come muy bien, creo que repetiré. Cuina catalana con gusto. ...mmm....

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