martes, julio 17, 2007

JUEVES. Mini serie de hostelería.

El jueves es un dia insólito, como pocos. En invierno es descaradamente el preludio de fin de semana, la gente entra con ganas y se larga como si le estuvieran obligando. Porque si no se quedarían hasta las tantas, se irían a locales que cierran de madrugada y tras ducha y ropa nueva irían a trabajar o estudiar, según... Pero no avancemos acontecimientos! Y en verano... pues es como si fuera el fin de semana. El calor te echa de casa y obliga a tomar algo fresquito, con amigos, en pareja, con conocidos... sólo por no ir, a un lugar sin aire acondicionado. Sin en el local se está bien, a gusto, en buena compañía (no-mala) parece que la gente no tenga casa.

Por la tarde al abrir el local, nos encontramos con los proveedores de la Damm, la Cocacola y la Schweppes. No llegan a la vez, pero a veces hay cola en el labavo para ir a descargar otros líquidos no consumibles.... No sé que tendrá el lavabo de DeCopas que siempre tan limpio hace que todo hombre se acerque a cambiar el agua al canario.

Música a tope y casi sin respirar llegan grupillos de 4 peronas que esperan a más para tomasr una CocaCola o una cervecita. No todos, eso sí. Con las palomitas de rigor que servimos, alguno se anima a repetir o empezar a saciar el regusto salado que queda. (...mmmm... misión cumplida!) También viene en un pispás el del bar de comidas de al lado a pedir monedas de euro. Tiene a uno enganchado a la máquina y después de pedir por los establecimientos colindantes, viene a nosostros.... Esta vez, teníamos, se lo damos.

Se van llenando las mesas del local. Viene la chicavecina que siempre que queda con un amigo, lo hace aquí. La verdad es que me apetece que vengan, hablamos, reimos y me explican historietas del trabajo que me parecen imposibles. Trabajar cara el público de mucho de sí. Llega el del bar de al lado a hacer un chupito y dar tralla a troche y moche. ¿Porque no tendrá una inudación en su local y se quedará recogiendo agua? Ai, no, que vendrá mañana y nos lo explicará con pelos y señales... nunca se sabe que será lo peor...

Mientras servimos y jugamos un poco al "shangai", vamos preparando para hacer caipirinhas, también las copas de cocteles con azúcar en los bordes. Si es principio de mes, este fin de semana se venderán por doquier... Y si no, seguro que alguno cae.
A veces, las mujeres se hacen las sofisticadas y les gusta probar. Y a los chulos, les gusta poder criticar y fanfarronear, por eso después de ir a coctelerías de renombre o ir al pais de la samba, o del mojito, aprovechan la excusa para poder comparar y explicar cómo eran los cocteles allí... En general, siempre son los mejores los de otros lado. Pero no sé porqué, aquí siempre repiten....¿¿??

Como siempre nadie quiere jugar al futbolin ni al billar, pero en un moemento hay tres grupos que quieren hacer las mismas cosas. Así que la parte de las mesas se vacia y la parte de los juegos está a tope.... ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente... Cambiamos monedas y esperamos para ayudar a poner la diana en marcha... parece cómo si les leyéramos el pensamiento...

Se acerca la hora de cenar y nadie desaparece, nadie tiene prisa. Van llegando los que acaban de trabajar ahora mismo, las bolsas de patatas vuelan... alguien habla de hambre, pero no se mueven. Los amigos, las aventuras, las cervezas... hacen que nadie quiera irse. Aparece aquel que quiere abrir un bar... ya está aquí para dejarse los ojos y taladrarnos con sus preguntas. Alucina como este pequeña "tabernucha", como le llama nuesto amigo el Maño, está siempre tan solicitada. Y le hace chiribitas los ojos pensando que el local que se va a quedar, dobla en espacio a éste.... Pero creo solememente que éste, no es el factor principal para el éxito de un bar musical. Y con el tiempo he visto (quede entre nosotros) que no le ha acabado de funcionar.

Ahora, ahora que son las doce tocadas, cuando entran parejas maduritas con ánimo de hacer copa de cava o cubata, es cuando a los grupillos les acosa el hambre!!! Ya pueden ir preguntando, pero en este barrio, los bares, o restaurantes cierran muy puntuales. Les enviamos a hcer bocatas en el sirio... no sé si nos van a maldecir... Se van. Ufff.... que bien, el "murmullo gritón" ha desaparecido!

Los primeros cócteles, los cubatas, vuelan. El que sale de casa para pasear al perro, lo aparca fuera y lo ata al poste. Los de la partida a la diana los jueves, ya están aquí. Anda! Si falta la última conquista de Nacho... Llega el chaval que trae aquí a sus novietas y les invita a coctail. El siempre se pide un Bananoski, y ellas están entre la Piña Colada, el Amanda o el Crack (Martini-vodka-piña.... delicioso!!!!), siempre suaves pero con alcohol... Nunca le hablamos con confianza, como si viniera aquí por primera vez. Ante todo, seriedad. Hacen el coctail, un futbolín y volando se van, yo creo que algun sitio de alto standing... me da la impresión...

Es la una y parece que entra un autocar. Hoy nos dan paliza. La gente está contenta. Se acerca el fin de semana. Vienen los Jordis... que raro!! ah... celebran el cumpleaños de uno de ellos y no han cambiado planes, estan aquí. Dos rondas caen en un pis-pás. AH! Vienen del índio de más allá! Aparecen dos mozas... y qué mozas! Se giran todos, van elegantes, se piden aguas frias con rodaja de limón (ehem, ehem...). Las miramos de reojo, parece que son cazadoras, no sé si profesionales. Enseguida hablan con los de la diana, rien ligeramente, se unen a la diana, les enseñan a jugar... Uiiiiii... aquí hay tomate! Comentan que nosedónde hay hora feliz hasta las 2.00h. Aguantan veinte minutos y pliegan velas. Se van todos juntos. Mañana sabremos si llegaron más lejos... con discrección, evidentemente.

Se acercan las dos, apagamos luces. Los Jordis apuran y piden cañitas... A veces pienso si en realidad no tienen las puertas cerradas de su casa hasta las 2.00. No hay forma humana que desfilen antes.... pero en realidad, no nos molesta, al contrario, les ecahmos de menos cuando no vienen. Hay gente después de tanto tiempo de charlar, comentar, que se hace de querer. Aunque por otro lado, sabemos que no podemos confundir las amistades de barra de bar, con las amistades. No te fies de las de barra, nunca son "tan", y siempre dejan qué desear. La clientela nos conoce y previo pago, se van yendo. Cómo siempre, hay cola en el lavabo. ¿Es que nadie se acuerda antes de la vegiga llena?

Los jueves bajamos después de trabajar, a la discoteca de al lado, pues hoy, para variar, el jefe de sala ha estado aquí y después de los chupitos de pacharán de rigor, nos ha retado a una partida a la diana. El trabajo para él, no llega hasta las 3.00 de la madrugada, y mientras llegan los clientes, nosotros le distraeremos. Lo que no sabe es que va a pagar todas las rondas. Le vamos a despellejar....

Recogemos, llenamos neveras, barremos, fregamos y suspiramos al bajar la puerta metálica. Un día más, un día menos, depende de cómo lo mires....















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