jueves, agosto 17, 2006

No necesito autoanalizarme... Yuuupy!

A veces pienso que vivo en los mundos de Yuuupy (como dice Ana). Cuando me pongo delante del ordenador y empiezo a escribir lo hago, en general, sin planes previos. Sin tema escogido (en un 90%). Y nunca se me ocurren temas de fondo psicoanalizador, nunca de búsquedas del ego intrínseco que todos -dicen- llevamos dentro. No tengo dudas existenciales y mis miedos no van más allá de la multa que me va a caer por entrar a Barcelona circulando a más de 50km/h. Soy complicada, seguro, pero no me doy cuenta ni soy consciente de ello. Cuando escribo acabo criticando-opinando actitudes que voy clisando a lo largo de los tiempos (¡os recuerdo que soy muy joven!) y preguntas, que según he visto hoy en "La Vanguardia" son fruto de estudios sociales. Ej: Porqué se come paella los jueves o porqué en Catalunya, el anillo de matrimonio se pone en la mano izquierda. Son temas que en casa a veces los hemos charloteado, hay muchas preguntas o incógnitas de este tipo. Hay preguntas sin respuesta científica que abren más la curiosidad que un pasatiempo a resolver en poco tiempo.
Cómo se llaman los cinco gatos de los dibujos de Don Gato, Porqué nos quitamos antes el zapato derecho que el izquierdo, Porqué gritamos cuando no oimos, Porque te rascas cuándo tienes sueño, Porqué bostezas si te aburres, Porqué para pensar o recordar mejor cerramos los ojos, Porqué los indios nunca tenían barba y bigote, ni pelo rizado....
Podéis comprobar que estaba intentando llegar a mi yo más profundo, cuando se me ha soltado la vena curiosa y no he seguido con la trascendentalidad del tema que quería abordar. Oh no!
Me siento sencilla, impaciente, demasiado práctica y aunque quisiera autodenominarme lógica, no me veo capaz... por lo de la modestia. Osea que retomo el inicial tema del día y voy a la felicidad fácil que desploman mis artículos y que hacen que aparezca una ligereza de cascos en algún momento. En realidad no lo hago expresamente, es innato. Así que tampoco hay que darle más vueltas. Soy persona (con todas sus causas y consecuencias) que se deja influir por sus amistades a las que considera interesantes. Y en momentos determinados, cuando estoy falta de ellas -estan todas de vacaciones- acabo quedando sin criterio alguno. Me fallan los puntales en los que me apoyo.
Esta es la mejor explicación que he encontrado para dar cuenta a todos que, "sin hechos ni personas curiosas, infrecuentes, raras, extraordinarias, sorprendentes, llamativas, hechiceras, atractivas, encantadoras, fascinantes... generalmente no hay nuevos temas de los que tratar, ni escribir, ni pensar, ni debatir, ni discutir". Todo es dar vueltas a lo mismo. Como ahora me está pasando, no tengo fuente de inspiración... No hay tema.
Estoy sorprendida, me gustan los respingos (tal trampolines en TVE1 el día de Año Nuevo) como los que dan los vendedores de enciclopedias a domicilio. Ellos dan nuevas ideas y abren facetas que no te habías planteado. Ahora mismo... Porqué se venden enciclopedias puerta a puerta y no retuladores, bolígrafos, plumas, lapiceros, goma de borrar o pegamento... En el fondo son más llevables, ¿no? y siempre que necesitas alguno no lo encuentras....
Se me va..., se me van... se me van las ideas, se me escapan como deliciosas mariposas al cazador novato con red en mano (aquéllas de color verde!). Volátiles, expansivas, libres, alocadas, sonrientes, bailarinas, escurridizas, de coloritos miles, así son mis ideas que sin un canal cerca para llevarlas a buen puerto... se me escapan de las manos. Como en el ViejoOeste, "se busca": Algo, alguien para descubrir mi verdadero sentido de la vida. Algo, alguien para buscar la vía principal de la explicación de la existencia del destino propio. Algo, alguien para saber qué movimiento seguir en nuestra particular partida de ajedrez. Algo, alguien para reir de lo que estoy publicando hoy en el blog. Algo, alguien para excusar la celebración con una Moritz en la mano. Algo, alguien para reir de una situación absurdamente comprometida. Algo, alguien para verte obligado a confesar una secretillo... Como en el ViejoOeste "reward": Una cena en mi lugar preferido. (Hablamos otro día, es asunto aparte)
No me desagrada vivir en los mundos de Yuuupy (como dice Ana), al contrario, disfruto. Y mucho, demasiado. Porque lo sé. Porqué sé que estoy en ellos y no me espanto de lo que me puede pasar pululando por allí. Aunque, reconozcoque más a menudo de lo quisiera, me pego unos trancazos que no me merezco. Con y sin conciencia, algunos dueeeeeeelen...
Mi perdido Bohemio...¿tienes trancazos memorables o a ti estas cosas no te pasan? Ah... ¿Que tu no caes en en estos baches de la vida? ¿Tienes siempre ases en la manga?
No os penséis que estoy más desequilibrada de lo que ya sabéis, no hablo con dragones de colores que vuelan, ni con voces susurrantes. Bohemio es alguien. Es un "anti-todo por sistema", o por experiencia... no estoy segura, como nada de lo que digo-sé de él. Creo que algun día aparecerá como pulpo en un garaje viendo por la ventana todo el anhelado mar. ¿Romperá paredes o se desvanecerá? ¿Entrarás con fuerza, o entrarás suavemente y luego aumentará tu inspiración?
A más ver...

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