miércoles, noviembre 21, 2007

Arena en los zapatos.

Siguiendo con un post anterior, en el que decía que la felicidad no está en grandes acontecimientos, sinó que está en pequeños momentos, en pequeños detalles, en casi inadvertidos escenarios cotidianos, he llegado a otro gran pensamiento. Redoble de tambores..... Lo que más nos molesta, lo que más nos atabala, lo que nos hace vivir sin alegría, no són los grandes problemas. No. Lo que nos va minando son aquellos detalles cotidianos que no nos gustan, que pensamos que nos adaptaremos, pero que nunca nos dejan tranquilos ni cómodos. Parecen que no sean importantes, pero al fin, son los que determinan de qué humor estaremos todo el día.

Si hay una gran piedra en el camino h-0-y ( o durante unos días, semanas o meses, un tiempo limitado ) tendremos que buscar otra forma de seguir el camino, perderemos una hora, tres dias o dos semanas, pero encontraremos la solución y seguiremos adelante tranquilamente. Cierto que siempre deberemos volver a adaptarnos, pero una vez estudiado el tema, ya lo tendremos por la mano.

En cambio, si s-i-e-m-p-r-e y para siempre, sin pèrspectivas de cambio, hay pedrusquillos que nos hacen llevar un paso más lento, con baches, con agujeros, con caravanas por lentitud, con averías en las cunetas, con miedo de atascarnos, tendremos un vivir sin vivir.
Los pedrusquillos pueden ser algo tan sencillo como no tener una panadería a mano cada día, o tener que encender un interruptor de luz cada día, no tener la luz del sol. O no poder hacer un café cuándo "lo necesitas" o no poder decir las cosas que quisieras.... No sé...

La vida se nutre de pequeños placeres (un zumo de naranja cada mañana, por ej. ) y se desmorona por pequeños sinsabores (sin importancia, a simple vista), que se acumulan y que al final hacen colmar el vaso. Los peqeños placeres són básicos, como también lo es la arena en los zapatos que cada dia tenemos en las botas, las bambas, los mocasines, las chirucas, o las babuchas que usemos.... y no la vemos. Pero molesta.... y mucho.

Poder hacer una cerveza o un D.P. en un día cualquiera, sin que hayan razones para excusarse me parece de los mejores "quitapenas" que podamos alcanzar. Siempre con un poco de esfuerzo , pero siempre reconfortante, para que los ratos "saboríos" nos dejen de acechar y saltemos los obstáculos con la mayor celeridad posible, La arena de los zapatos es eso, sólo arena que si queremos podemos sacar. Insisto sólo si queremos y nos decidimos a hacerlo.

La vida son cuatro días y dos los pasamos durmiendo, así que, no nos dejemos apabullar que si no en lugar de arena, tendremos castillos de arena en los zapatos. Momentos para disfrutar hablando y comentando y departiendo con quien nos apetezca, hay pocos. Y si la razón es compartir una cerveza o un D.P., o un atardecer, mejor que mejor. La gracia es saber, descubrir dónde queremos estar... Ah! y con quien. Sería todo un puntazo!

Sé que generalizo, pero no nos vayamos por las ramas, nada es tan complicado como parece!! Seguro. Que los árboles no nos impidan ver el bosque!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estic amb tu, del tot d'acord. M'encanten els teus "guinyus". Muakern.