lunes, julio 24, 2006

PENSAR ES UN PLACER QUE NO SUELE SUCEDER...

Tengo un amigo que siempre que se le ocurren ideas y quiere contármelas empieza con una frase aproximadamente cómo esta: -Estaba en la ducha y he pensado... Al principio no me daba cuenta, pero cuando me soltaba una magnífica idea, sin específicar el lugar dónde había estado concebida, yo le decía: -Y se te ha ocurrido mientras te duchabas, ¿no?. La respuesta siempre era -Sí. Cuando llega la hora en que sé, que más o menos acaba su aseo personal matutino, tiemblo. Porque la verdad es que si bien a veces, sus ideas son de bombero, hay otras ocasiones en que tienes que quitarte el sombrero y ponerte manos a la obra.
Dicen que el ser humano se distingue de los animales por su capacidad de raciocinio. No voy a entrar en el tema de si razona bien o mal, de si lo hace siempre o no, lo único que quiero señalar es que el hombre razona ( enlaza causa-hecho-consecuencias) y se le ocurren soluciones a problemas y/o crea caminos para llegar a sus metas. Pero, cuándo y dónde logra la explosión máxima de creatividad y desenfreno pensativo? Cuál es el lugar donde realiza esta actividad? Qué circunstancias ambientales necesita cada individuo para que puedan emanar de su cerebrito importantes proyectos personales? En qué estado psíquico debe encontrarse cada uno para encontrar su clímax ideaístico? Hay alguna característica físca insalvable para que suceda? (además de tener dos dedos de frente, claro!) Sólo basta con tener ganas de que se te ocurra alguna solución para determinado problema? Pensamos cada día ideas magnificas? Somos prolificos? ....
Después de mi trabajo de campo he llegado a la conclusión de que cada uno es un mundo. Y que todos somos demasiado distintos como para generalizar, pero si tu eres tranquilo, organizado y un poco introspectivo, necesitarás calma, relax para que se te ocurran grandes ideas. Si eres inquieto, nervioso y te va el movimiento físico, en el máximo momento de stress te surgirán ideas/soluciones apelotonadas que deberás recordar cuando dejes de hacer lo que estás haciendo... Pero esto, no nos engañemos, no es cierto del todo. Yo no soy experta en el tema y no puedo elaborar una teoría en base a mis descubrimientos- Lo único que puedo aportar es que cada uno tiene su lugar/momento favorito aunque no se de cuenta, aunque no lo sepa:
+ En la cama antes de levantarse y después de dormir bien, + En momentos de relax: antes y/o después de una siesta, + En una ducha tranquila, sin prisas,
+ Sentado en la taza del water llevando a cabo labores de sólida descarga,
+ Paseando sin rumbo fijo, dejando la mirada vagar + Mientras ves la tele sin mirarla, o por contra:
+ Mientras trabajas a todo ritmo, con la agenda llena hasta los topes y sin tiempo para un café,
+ Cuando más inmerso y apurado de tiempo estás,
+ Mientras realizas tu trabajo de forma rutinaria y tu mente se suelta maquinando "sus propias cosas",
+ Mientras se conduce,
+ Cuando te fumas el cigarrito en el balcón después de cenar
+ Encima de la bicicleta estática con los cascos conectados y el pulsómetro registrando ritmo cardíaco
+ Mientras se va en bici (arriesgada decisión, por cierto)....
Y un caso curioso: Hay quien (él) cuando se le da una idea que le parece interesante y/o productiva no existe nada que lo haga parar. El tiempo, las actividades, el trabajo, sus tareas no son obstáculo para sus maquinaciones y hasta que no soluciona el tema no para -nonstop-; puede hasta incluso no dormir, y comer por comer, dando vueltas al entramado que se ha planteado. Sé que no hablo ya, del momento de la concepción de las ideas, pero es también un ejemplo de cómo y cuándo cada uno se las arregla para discurrir y solucionar sus dilemas.
Personalmente, y dado que en general, voy en moto, mi Oficina de Brillantes Ideas -O.B.I.- es mobil. Se instala en el momento que mi casco integral se acopla a mi cabeza. Entonces aparece mi mundo en el que yo hago y deshago, imagino y organizo, me pregunto y me respondo. Sé que hago dos cosas a la vez, conducir -muy bien- y pensar. (A este último verbo no le añado adjetivos porque a veces, salen ideas " de apaga y vámonos".) Cuando libero mi cabeza del casco vuelvo el mundo terrenal, y entonces es como cuando te despiertas de tu siesta y tienes que ir corriendo a buscar un papel y un lápiz para apuntar lo que has soñado. Pues lo mismo pero en ideas. "Más vale un mal apunte que una buena memoria", que dice aquél.
La única característica común es que pensamos solos. Si hay més personas alrededor, hay divagaciones y vueltas a un tema, pero no sale nada en concreto. Es una actividad que no necesita compañía. Al contrario, puedes estar rodeado de multitudes y tú y tus pensamientos estáis solos. Está claro que siempre me refiero a temas, proyectos, soluciones personales. Pueden afectar al trabajo, pero son decisiones personales.
Así que no se puede pretender a alguien que piensa (buenas ideas) mientras se ducha que tome una decisión mientras está trabajando al cien por cien, ni que alguien abra su O.B.I así que se despierta cuando sus fantásticas ideas aparecen mientras hace cuatro frankfurts, dos hamburguesas, un bikini y un bocata de lomo a la vez. Paciencia..., hemos de tener paciencia y dejar como mínimo veinticuatro horas para que se den las circunstancias necesarias para pensar. Eso si uno no va restreñido, ¡claro!
Y ante todas estas elucubraciones, ¿donde mejor maquinará nuestro Bohemio? ¿Que lugar será el suyo? ¿Tendrá objecciones a esta teoría?¿será él único, y se le ocurren grandes ideas cuando él quiere? Quizás crea que falta alguna cosa más para poder pensar... Quizás vea que hay quien no debería de pensar nunca, pues por lo mal que lo hace.... Quizás piense que sólo con intentar pensar no lo tienes todo pensado... Aquí te espeeeeeeeero, Bohemio!.

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