miércoles, junio 11, 2008

Naufragos desde la deriva

Siguiendo con el tema principal que me ocupaba ayer en mis divagaciones, he de decir que me ha asaltado una nueva idea. Y me tiene un poco mosca porque me siento inválida. Porque se abre un nuevo trampolin en mi vida (un nuevo trampolin tampoco, no nos engañemos, hace tiempo que los trampolines me crecen como champiñones). De momento como idea, no sé si se hará realidad. Espero que no sea un trampolin demasiado empinado y que su longitud no me avasalle .

Pienso que se abre una nueva situación social en este país, y en el país vecino. Que habrá una nueva forma de sospesar los instrumentos que antes utilizábamos en la vida cotidiana. Que los precios que han subido, ya no volverán jamás a ser como los de antes. Que quizás nuestra lista de preferencias vaya a cambiar, pues el coste limitará muchas de nuestras acciones. Que la libertad con la que nos movíamos, va a ser seguida tras deliberaciones, pues si abusásemos del instinto caeríamos en la miseria en un futuro (no sé si literal, pero sí figuradamente).

Nosotros pertenecemos (generaciones de los 60) a un mundo en el que nos ha faltado de nada. nuestros padres, habiendo pasado una guerra, nos dieron todo aquéllo que pudieron, y más, para satisfacernos. El sudor de su frente sirvió para nosotros como un bálsamo, porque ellos ya sabían qué era sufrir, en sus carnes muchos lo vivieron. Estos padres, estos abuelos, ya saben cómo reaccionar, ya saben lo que es mirar y no tocar, pero veo que nosotros no sabemos. A veces, por suerte, nos limita el precio, pero muchos han utilizado esos créditos faciles-abusivos que hay en el mercado. Y no sé como van a solucionarlos. El coste de la vida está en plena subida y los salarios en pleno paro, cosa altamente normal con los costes propios empresariales de este país.

Sé que quién ha sido moderado y precavido, podrá ingeniárselas y sair de esta, pero quien ha alargado más la mano que el brazo, va a caer. Pero lo peor de todo es que no se dará cuenta de ello y aún seguirá en la tónica de buscar financiación para salir adelante y aún la pifiará un poco más. Hemos de ser conscientes que esto no es momentáneo, que la situación, como poco será peor. Que los tiempos de aquéllos comics grises donde las calles estaban llenas de vehículos abandonados dónde vivían familias ha llegado, donde aquélla niebla baja y llovizna fina cubría dia a dia la ciudad (ésto quizás es influencia de las lluvias que constantemente estan cayendo sobre Barcelona últimamente), donde el precio de la leche era tan alto que sólo se vendía leche en polvo, donde no había gatos, donde los servicios públicos eran muchos, pero del año de la catapún, donde había Robin Hoods en motos petardeadas que salvaban niñas de la mano de los ogros, y viejitos caidos en el asfalto invisibles para todos aquéllos que cansinamente, iban y venían de trabajar.

No sé si este cuadro entra en nuestra ciudad, porque hay demasiado sol, pero quizás que pensemos en cómo saldremos de ésta si no sabemos cómo hacerlo. Nadie viene enseñado, cierto, pero es que tendremos que doctorarnos en el tema en poco tiempo, sinó la sociedad y sus usos, nos va a engullir. Ahora es cuando hemos de fijarnos en el engaño y los que nos quieren tomar el pelo. En el país de dónde salió Lazarillo de Tormes y el timo de la estampita, puede pasar de todo y a todos.

Con mil ojos, y que Dios nos coja confesados.

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