viernes, junio 13, 2008

Isla de naúfragos

Como es la isla ideal para escapulirse de malas situaciones? En mi ilusoria Oficina de Pequeños Malos Momentos habría un rincon pensado para poder planear de forma rápida y sin muchas compliaciones, pequeñas escapadas a lugares deseados para desconectar de la triste (por algo sería la Oficina de Pequeños Malos Momentos) realidad que nos trata de absorber.

Serían lugares paradisíacos, o destinos de aventura, ciudades altamente cosmopolitas o olvidados parajes en plena naturaleza, serían desiertos o viajes con submarino... a cada uno lo que mejor le sentase para restablecerse, cargarse las pilas, renovar las ideas, soñar despierto y creer en uno mismo otra vez. Porque ésto último es lo que mas nos falla y mas nos hunde. Al aparecer en situaciones nuevas, parecemos pulpos en un garaje, damos palos de ciego, no vemos con claridad y dudamos de todo lo que debemos hacer, y eso nos desanima. Sentirse así agota y acaba con las reservas naturales que de orígen llevamos en nuestro organismo, y que se encargan de mantener los ánimos en pie (dopamina se llama?).

Mi Oficina de Pequeños Malos Momentos sería accesible sólo con contraseña y bajo valoración previa, pues hay descalabres que no siempre se merecen esa evasión y recarga. Aunque nosotros lo veamos negro, un observador imparcial desde una silla de árbitro de tenis puede reconocer el gris claro de nuestro problema; o un gris marengo visto por nosotros puede ser el negro más carbón de la historia de la humanidad. Con la tutela del observador, podremos empezar a respirar con calma y ritmicamente otra vez, sin temer que la ansiedad o la depresión nos agarren en sus redes.

Mi Oficina de Pequeños Malos Momentos está por crearse, pero ya tiene serios socios y seguros clientes, que aunque ellos todavía no lo sepan. Las candidaturas estan ganadas por méritos propios, no por favores a pagar ni deudas que saldar. Mi idea es poder organizar viajes y aconsejar lugares, pero nunca se sabe si acabaré probando yo los resultados. En cuanto tenga más noticias de la Oficina, las pondré en los tablones de anuncios de los pasillos de la calle Desesperación y os insto a dejarme mensajes, críticas o sugerencias por el buen funcionamiento estructural y organizativo de los Pequeños Malos Momentos. El papeleo funciona y no tardará demasiado, lo que me cueste recargar pilas y permisos varios obligatorios. Un aviso más: Habrá más rincones en la OPMM que ya iré comentando puntualmente, y cómo he dicho antes, se aceptan sugerencias, todo está en fase creativa.

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