lunes, junio 02, 2008

La zanahoria y el burro.

Estoy a la moda. Lo único que se me ocurre y con lo que me veo capaz de torear es con algo con lo que estoy en contra. Tengo la mente saturada de temas en los que poder entrar, pero lo que más me quema es con cualquier cosa con la que esté en contra. Mil ideas hierven en mi cabeza, pero lo que más me subleva es aquéllo con lo que puedo quejarme.
Parezco la eterna oposición de este estado: encontrar mal las cosas y criticar. Nunca dar ideas, ni hacer críticas contructivas, no. Lo único que se ha de hacer es desmoronar la iniciativa del contrario, por muy interesante que sea la propuesta. Parezco un vulgar aficionado de futbol que se las da de gran estratega: pone a parir al entrenador de turno desde su sillon, sin capacidad, ni ganas en realidad, de hacer nada. Parezco uno de aquéllos mal llamados periodistas, que lo único que hacen es tertuliar entre amigos alguna noticieta que resalta del mogollon. No hace falta que sea interesante, ni que sea culturalmente importante; con sólo que se la pueda "deconstruir" ya estará bien. Parezco aquel tipico pelagatos que se dedica a llevar a contraria porque sí.

Y no me gusta, pero tengo la corazonada que cuando salga escrito este post, mediante la plasmación por escrito de mis contras al mundo (que son muchas y variadas), podré seguir con mi positividad, con mis opiniones, con mis reflexiones, con mis comentarios acerca de ésto o de aquéllo. De momento haré lo que están haciendo todos en este pais, llevar la contra a quien se le cruce en su camino, sea quien sea.

Pero hay otras formas de llevar la contra encima: ir a contracorriente, ir contra alguien determinado, ir "contra-tado", ser "contra-tista", tocar el "contra-bajo" ... de acuerdo, no sigo por este camino que os vais a partir la caja de tanta risa.

Ahora en serio, da la sensación que todo el pais necesita excusas para poder atacar a alguien, todo Dios tiene los pelos de punta preparados para hecr saltar chispas. Estamos en una época de discusiones, de arrebatos, de confrontaciones. Nadie mira hacia adelante, nadie imagina (o ve) el paso siguiente a dar. Nadie piensa en el futuro (ni que sea a medio plazo), da la sensación que es una etapa de supervivencia. Sólo miramos para hoy y no vemos nada más allá de nuestra nariz.

No creo que esta poca visión sea buena. Vaya, creo que eso nos perjudica, pero ¿como podemoscambiar si estamos atrapados en mil temas que nos engullen tres cuartas partes del tiempo? No sé la solución, en serio, pero sé que estamos obrando mal, que deberíamos intentar creer que saldremos de ésta, que lograremos pasar este bache y nuestros particulares trampolines que la vida nos va preparando sin previo aviso y sin previa consulta. Economicamente batallando, socialmente buscando explicaciones, grastronomicamente confrontados (bueno, eso aquéllos que escogen entre "el Bulli" i "Ca'n faves", claro!), impositivamente apretados, acorralados por los precios y las necesidades, personalmente quizás, desmotivados... Si, obviamente son demasiados frentes.

Yo, personalmente, me encuentro un poco ofuscada, y mis blogs de culto también parece que lo están porque estan parados... No sé que les debe de pasar a ellos! Estaré atenta, a ver como evoluciona "la salud de paciente". A pesar de eso, me consuela pensar que no soy la única "atorada"... ya sé, "mal de muchos, consuelo de tontos". Me lo aplico.

Pero, he empezado mi nueva carrera, me propongo esta vez hacer dos-tres entradas a la semana para llenar mi particular caja de Pandora, y que en breve me rebosen las ideas a borbotones. Sí, desde luego que espero que sean "buenas" ideas, porque las estúpidas, he de regalarlas pues me salen por las orejas. Y es más, tan solo hablando las suelto sin pudor alguno.

En este circo que nos toca vivir, a mi, si no hay novedades de ultima hora, me siguen creciendo los enanos. Y como ya son demasiados para alimentarlos, tendre que ir pensando en hacer un equipillo de basket !!!! Transformar energía, no? nunca perderla....

Las utopías son un objetivo que debiéramos siempre tener presente y tenerlo preparado para ir escogiendo el camino hacia ellas, aunque jamás de los jamases llegáramos a conseguir. Sólo sirven para eso, para no llegar y trabajar por ellas. Como la maldita zanahoria del burro.

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