Jugar a badminton me parecía a los dieciocho años, un juego absurdo. Buscar la pluma (el volante) para darle y que pasara a la red lo más dificultosamente posible para el contrario, era una "estupidez". Ver aquellos tipos jugando tan profesional, tan duro, tan fuerte… ¿es que no tenían nada más que hacer? Lo que me llegué a reir de sus sudores, sus gritos, sus aterrizajes forzosos en el suelo, sus reflejos a la hora de cazar la pluma…. Y lo que era peor:
Oirles hablar del super partido que acababan de jugar, de aquel saque, de aquel revés, de aquella pluma salvada a tocar del suelo…. De cómo era posible devolver aquél golpe…. Jolin! Y ahora….¡¡quién me ha visto y quién me ve!!Ahora soy yo la que practico este "tonto" deporte. Soy yo la que hace combinaciones increibles para poder ir lunes, miércoles y viernes (si es posible, claro está!) para poder divertirme jugando, perdiendo (muchas, demasiadas veces), sudando la camiseta.
He aterrizado en un mundillo (del Poliesportiu Sagrada Familia) que y
a estaba hecho, pero más o menos ha sido fácil mi incorporación. Se ve que los humanos siempre nos damos una oportunidad. Y los que habitualmente ya jugaban ( y bien ) me la están dando. Menos mal…. Cuánta paciencia y comprensión que tienen todos..., aunque a mí me gustan los arranques de superioridad, de agresividad... así me propongo llegar a esa bola o dirigir mi revés certeramente (vaya milagro!) …. En el sufrimiento y en los errores está el éxito, no??? Es que ellos saben mucho y sobretodo el grupillo de "profesionales" que les llamamos (sin que lo sepan, claro!). Se disfruta, ni que sea mirando...Es por eso, que no debemos de decir "nunca jamás", porque las opiniones que tenemos de las cosas, de los humanos, siempre pueden cambiar, siempre se puede dejar aquella "presunción de inocencia" que tanto usan en las series policíacas de televisión.
La palabra badminton (el deporte badminton) era para describir deportes estúpidos, de poca monta, de pérdida de tiempo, para gilipollas (si se me permite la expresión)… y ahora pienso que si añadiese los sábados y domingos para jugar, no me parecería nada mal….¡¡ Nada mal !!
El efluvio de la palabra -el deporte- badminton es fresco, mañanero, alegre, divertido, deportivo, con gente pasándoselo bien, con gente sana, con competencia, con remates, con saques valientes, con maldiciones, con ganas, con croacks-croacks… ¡Que distinto de cuando lo veía antaño….!A mis contrincantes y compañeros de pluma: un megasaludo, y especialmente al Batrasito Croak-Croak-Croak que me dejó aterrizar en este ambiente….
Por cierto, a ver si organizamos una cena para comentar los partidos….!!!!










