:-) El sol está en un punto dulce. Calienta pero no quema, arropa y no agobia. El frio está donde tiene que estar: en la sombra y de noche. Tenemos la primera condición solucionada. Sigamos. Hay luz: hasta las 20.00h podemos hacer estar en la calle. No achacamos a la prisa nuestras ansias por irnos en caso de apuro; hemos de buscar más excusas. La fácil aún no nos sirve.
La depresión invernal no ha llegado pues suele aparecer cuando el día es corto y llevamos varios jerseys encima. Así pues, estamos contentos, tenemos ganas y estamos tentados a responder "sí" a todas las proposiciones indecentes que nos hagan. Bien... creo que no hay peligro de desfallecer. :-)
Pensaba yo todas estas premisas y me decía que porqué no llevamos más a menudo la sonrisa en la cara, porqué no elegimos los colores de la camisa más alegres y un paso no tan encrispado y un balanceo más tirando a calmoso, cuando salimos de buena mañana a la calle. :-)
Es la prisa, si. Siempre tenemos prisa, pero ¿os habéis dado cuenta que siempre es culpa nuestra de que tengamos prisa? la solución la he encontrado casualmente cuando he llegado pronto a mi cita matutina. Todo me ha salido redondo. El almuerzo, la ducha, la elección de ropa, la radio por la mañana, el parking, el tráfico, los semáforos... Todo ha ido rodado y ¡he llegado temprano! Oé, oé, oeeeeeeeeeeé.... Y se me ha puesto una cara de alegría... he vuelto a salir a la calle sonriendo y hasta he comprado el diario con mejor humor (y eso que a veces pienso que tiro el euro que cuesta, por que las notícias no son para nada relevantes, siempre es más de lo mismo...)
Razonaba mi buen humor cuando he caido. No al suelo,no. He caido que todo el mundo que va con mala cara es que va tarde a la cita matutina, de la tarde o nocturna... Y caramba! ¿es que todo el mundo va tarde? ¿los relojes son sólo para hacer bonito?¿os fijais que los que llevan cara relajada son los viejitos del país que andan sin previsión de tiempo por las calles?¿o será que no llevan reloj? .... :-)
Pues la solución, si este es el problema, la digo yo sencilla, ligera y alegremente: Hemos de hacer las cosas con tiempo y llegar puntuales a nuestras citas, tareas u obligaciones. Si. Así iremos tranquilos y pasaremos a nuestro archivo como que todo lo que estaba a nuestro alcance ha sido realizado con efectividad. (es decir, tranquilidad de conciencia)
Suelo llegar rozando el larguero o con pelota fuera, así que cuando llego con tiempo, ya voy 1 a 0, jugando en casa, claro! Y eso da satisfacción y salta una sensación de tranquilidad que queda reflejada en el rostro, con una media alegría. :-)
A ver si mañana, calculo como hoy, y entro en el trabajo con el partido encarrilado. Espero que cada uno lo logre también, pues andar por la calle sin caras de dolor de estómago hace que el estos días de otoño sean más preciosos de lo que ya son. Con ese viento en la cara que te aclara las ideas y te despeja malos pensamientos... ( Anda que si pusierámos colores en la ropa ... mmm ... ) :-)
Ahora voy a la librería, voy bien de tiempo, sonreiré... y más si encuentro el libro que busco. Entonces sería la "megarepera". Otro día os cuento que libro es. Tengo ganas de recomendaroslo. Para hacer boca, clickar en el primer link de la pág. del "ante todo, mucha calma" aquéllo del "cambio de vida"...
Está al caer... :-))
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